¿Cómo involucrar a los hombres para alcanzar la paridad de género en tu organización?
Los objetivos de paridad de género que persiguen muchas organizaciones hoy en día, requieren de un proceso de cambio cultural en el cual los hombres tengan también un rol protagónico. Facilitar el redescubrimiento y la promoción de nuevas masculinidades y feminidades es un aspecto que la estrategia de paridad de género no debe olvidar. No sólo porque los hombres siguen siendo mayoría en los puestos de alta dirección y son quienes pueden dar y mantener el impulso de la estrategia, sino porque estos también pueden librarse de las expectativas sobre el género masculino, que en muchos casos les plantean limitaciones y cargas. En este sentido es primordial reconocer y promover estilos de liderazgo, de comunicación y de trabajo, que trasciendan los estándares tradicionales de lo femenino y lo masculino, y que rompan con los estereotipos de género.
Además de acompañar a todas las personas dentro de la organización en el reconocimiento de los sesgos inconscientes y la comprensión de los costos y las barreras que estos imponen a la paridad de género, es importante considerar e implementar algunas buenas prácticas que poco a poco contribuyen a este cambio cultural. El trabajo realizado por la RED de Empresas por la Diversidad liderada por la Universidad Torcuato Di Tella en Argentina, destaca las siguientes prácticas para promover nuevas masculinidades:
Designar hombres en roles no tradicionalmente asociados a esté género (como recepcionistas o secretarios)
Promover modelos a seguir de hombres que sean acordes con las nuevas masculinidades (estilos no tradicionales de lo masculino y apoyo a la equidad de género)
Ofrecer talleres de reflexión sobre nuevas masculinidades
Impulsar programas de mentoreo a hombres en los cuales las mujeres sean las mentoras
Lograr que los hombres líderes de la organización muestren su compromiso con la paridad de género en público y con sus comportamientos inclusivos en el día a día
Ofrecer información sobre las políticas de la empresa respecto de la integración vida-trabajo, fomentar la corresponsabilidad y disponer de licencias que superen el cumplimiento legal o innoven en su aplicación.
De igual manera, en este proceso de cambio cultural, las organizaciones pueden promover, reconocer y premiar un gran número de conductas y comportamientos que contribuyen a la paridad de género, que de hecho la RED incluye en su guía de género para empresas. Desde Iceberg hemos examinado estas prácticas en profundidad, y te proponemos un Top 10 para que mantengas presente:
1. No hacer chistes sexistas, ni ignorar o reírse de otros que se hagan, ya que implica su aprobación
2. No hacer o ignorar comentarios que refuercen la idea de mujer-objeto. Evitar expresiones y palabras que minimizan o degradan a las mujeres. Demostrar descontento con quienes lo hagan.
3. Evitar formas sutiles por las que los varones, tal vez de forma inconsciente, socavan a sus colegas mujeres (Por ejemplo, interrumpiéndolas en reuniones o dándoles más peso a las opiniones expresadas por varones).
4. Incluir a colegas mujeres que son excluidas de conversaciones o momentos en los que se toman decisiones. No hegemonizar la palabra, dejar que otras personas lideren la conversación y den su opinión. Estimular lo mismo en otros varones.
5. No elaborar suposiciones basadas en el género sobre los intereses profesionales, las necesidades y habilidades de colegas, ni quedarse callado cuando las elaboren otras personas. (Por ejemplo, ella no quiere cambiar de puesto porque tiene un hijo recién nacido o él no necesita un arreglo de flexibilidad laboral).
6. Ofrecerse a asumir tareas administrativas u operativas y no permitir que las mujeres del equipo se encarguen de ellas sistemáticamente, incluso si lo hacen de modo voluntario (por ejemplo, escribir una minuta o servir el café en una reunión de personas del mismo nivel jerárquico)
7. Hacer uso de los beneficios de integración laboral-familiar (licencia por paternidad, licencias parentales, teletrabajo, etc.), y comunicar apoyo a quienes lo utilizan.
8. Asumir un rol de mentor o sponsor de alguna líder en ascenso. Dar a conocer mujeres que uno admire.
9. Involucrarse en las redes de empleados de la empresa, o iniciar una con la ayuda de consultores expertos en diversidad si es necesario. Unirse a grupos de varones dedicados a eliminar el sexismo en el trabajo.
10. Conversar con otros varones sobre los costos de la inequidad de género y el compromiso personal con un espacio de trabajo inclusivo.
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¿Qué otras prácticas y comportamientos inclusivos han estado promoviendo en tu organización? ¿Cuáles han sido los resultados? ¡Comparte tu experiencia!
Shirley Saenz (ella/she)
CEO - Cross-Cultural, Diversity, Equity and Inclusion Expert
Shirley es la Directora de Iceberg y Expert Panelist de los Global, Diversity, Equity & Inclusion Benchmarks (GDEIB). Cuenta con más de 12 años de experiencia en el mundo corporativo y en 10 países de América Latina. Certificada en liderazgo inclusivo, inteligencia cultural, y benchmarks globales de DEI. Shirley tiene un profundo conocimiento de la diversidad cultural de América Latina y experiencia suficiente facilitando conversaciones estratégicas en DEI con niveles directivos y de liderazgo.