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Cultura del cuidado y salud mental: un reto compartido

Cultura del cuidado y salud mental: un reto compartido
Estrategia de DEI

En los últimos años, el mundo laboral ha experimentado cambios acelerados impulsados por crisis globales, cambios legislativos y avances tecnológicos que impactaron en la forma en la que trabajamos.  

En este contexto de alto estrés e incertidumbre, emerge con fuerza la necesidad de abordar el bienestar de los equipos, ya no como una política soft enfocada en beneficios, sino como una variable estratégica del negocio. El bienestar organizacional evidenció un impacto sustantivo en materia de  productividad,  retención de talento y la sostenibilidad de las organizaciones.  

Hoy, los retos no solo pasan por ofrecer entornos físicamente seguros y accesibles, también implican construir culturas de cuidado que integren la salud mental, la equidad y el sentido de pertenencia como pilares fundamentales. 

En nuestro reciente Webinar “Cultura del cuidado y salud mental en las organizaciones”Agustina Valsangiacomo y Andrés Rodríguez compartimos datos que nos ayudan a entender la magnitud del desafío: 

  • 60% de las personas trabajadoras en el mundo afirma que su trabajo es el factor que más influye en su salud mental (UKG, 2023). 

  • Más del 50% de las personas trabajadoras en Latinoamérica reporta altos niveles de estrés diario (Gallup, 2024). 

  • Tras la pandemia, los casos de ansiedad y depresión aumentaron un 25% a nivel global (OMS, 2022). 

Estas cifras nos recuerdan que el bienestar es un factor determinante para la sostenibilidad y el éxito de cualquier organización. 

¿Qué está frenando el cuidado en las empresas? 

En una encuesta en vivo durante el Webinar, identificamos las barreras más comunes para la promoción de espacios de trabajo saludables: 

  • 70%: Liderazgos que no dan ejemplo de cuidado. 

  • 52%: Cultura de sobre-productividad. 

  • 48%: Presión por los resultados. 

  • 46%: Escasa comprensión de la relevancia del tema. 

  • 39%: Falta de tiempo y recursos. 

Esto nos demuestra que la salud mental no podrá ser una prioridad real si el liderazgo no modela el cuidado, si la cultura sigue premiando la sobrecarga y si no se destinan recursos suficientes para buscar un balance adecuado entre la vida laboral y personal.  

Las narrativas que lo dificultan  

Además de los obstáculos estructurales, persisten narrativas, sesgos y normas culturales que dificultan la adopción del tema. En otra encuesta que aplicamos durante el Webinar, se compartieron algunas de las resistencias más escuchadas::  

  • “las nuevas generaciones son muy sensibles” (la famosa “generación de cristal”) (87%). 

  • “es un tema de moda” (52%). 

  • “es un tema personal, no laboral” (32%). 

  • “los líderes no podemos hacernos cargo de la salud mental de nuestros equipos” (29%). 

Estas ideas retrasan la adopción de medidas que podrían prevenir burnout, rotación y pérdida de talento y que muchas veces pasan desapercibidas en el clima laboral.  

El rol de las organizaciones: prevención, protección y acción 

Si has llegado hasta acá, seguramente te has preguntado: “¿Y entonces qué podemos hacer? , ¿Por dónde empezar?”.  Y es que la verdadera cultura del cuidado va más allá de una charla ocasional o de contar con un área de recreación. Implica la construcción de una estrategia integral que ponga como centro a las personas y se refuerce con políticas, recursos y herramientas que permitan a los colaboradores dar su mejor potencial, sin perderse en el intento. Algunas pautas que te recomendamos son: 

Prevención 

  • Evaluar los riesgos psicosociales y aplicar medidas para mitigarlos. 

  • Realizar diagnóstico de cultura que nos permita entender qué cultura, valores y prácticas estamos posicionando. 

  • Integrar el enfoque de bienestar y salud mental con otros pilares como DE&I, prevención de riesgos laborales y sostenibilidad. 

  • Definir políticas claras sobre jornadas, descansos y carga de trabajo con foco en balance vida laboral-personal. 

  • Formar a líderes en seguridad psicológica y liderazgo inclusivo. 

  • Fomentar conversaciones abiertas sobre estrés, ansiedad y bienestar sin miedo a represalias. 

Protección 

  • Crear canales confidenciales  para consulta y apoyo psicológico, así como para denuncia de acoso o violencia laboral. 

  • Incluir indicadores de bienestar en las encuestas de clima organizacional o engagement. 

  • Posicionar el tema en instancias organizacionales: onboarding, reuniones de equipo, comunicaciones internas. 

  • Fomentar prácticas colectivas de cuidado: pausas activas, espacios de escucha, espacios de relacionamiento no laboral (ej: coffee time). 

  • Beneficios orientados a conciliar vida personal y laboral, y el cuidado de la salud (ej: cobertura de salud mental). 

Acción 

  • Contar con protocolos de atención temprana a casos de burnout o crisis. 

  • Formar equipos de apoyo con primeros auxilios emocionales y detección temprana. 

  • Facilitar acceso a apoyo psicológico y acompañamiento profesional. 

El desgaste laboral y la salud mental no son problemas que se resuelvan solos. Requieren conversaciones incómodas, decisiones valientes y liderazgos comprometidos. 

Te invitamos a ver la grabación de nuestro Webinar y seguir sumándote a esta conversación. El primer paso para transformar la cultura empieza por reconocer que el bienestar de las personas es el corazón de cualquier organización sostenible. 


Iceberg
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Somos la consultora líder en la gestión estratégica de la diversidad, la equidad y la inclusión en América Latina.

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