Mucho se habla de expatriaciones y poco de repatriaciones
Con frecuencia, las organizaciones ofrecen apoyo y entrenamiento intercultural a sus futuros expatriados con el objetivo de asegurar la efectividad en su asignación internacional lo más pronto posible. Pero los descuidan totalmente cuando regresan. “¡Al fin y al cabo, regresan a su país, a lo conocido, con su familia, con sus amigos! ¿Qué puede salir mal?”
La realidad es que la repatriación representa muchas dificultades, tanto para la organización como para la vida profesional y personal del empleado. A continuación les compartimos algunas de las problemáticas sobre las que estuvimos discutiendo con otras personas que han vuelto a “casa” luego de una expatriación:
En lo personal
La necesidad de reconectarse con los amigos y familiares es muy alta, aunque por lo general no se corresponde con las expectativas de ellos. Amigos y familiares han aprendido a llevar una vida sin el expatriado, han vivido experiencias que los han marcado y de las cuales la persona no ha sido parte. Es un proceso difícil volver a hacer parte. Muchas veces surgen sentimientos de tristeza, vulnerabilidad, frustración y decepción al ver que estas personas no le dan la prioridad que espera que le den.
Cuando se tiene una experiencia internacional la persona empieza a construir una identidad multicultural. Quiere incorporar en su vida diaria hábitos que aprendió e invitar a los demás en su país a que los incorporen también. Con mucha ilusión se emprenden batallas que difícilmente serán ganadas. La impotencia de no poder seguir manteniendo algunos hábitos en la cultura local crea una gran frustración, un cierto luto, e inestabilidad emocional.
En lo laboral
Cuando la persona vuelve a sus oficinas con muchos aprendizajes y ganas de contribuir a la organización, frecuentemente se da cuenta de que ya no dispone de un escritorio de trabajo ni tiene roles y responsabilidades desafiantes. Es una situación de mucha incertidumbre y ambigüedad. Luego de un largo tiempo afuera, la persona se encuentra de repente desconectada de sus colegas y líderes anteriores, ya no hay certeza de cuál es su plan de carrera ni cuáles son las oportunidades de desarrollo que le esperan. Insatisfacción en el trabajo, desmotivación y el no poderse hallar dentro de la organización, incentiva a los repatriados a buscar otras oportunidades en el mercado. Y con esto, la inversión hecha en el desarrollo internacional de un colaborador de la firma, lo termina aprovechando otra.
Tener un acompañamiento acorde a la hora de volver de una expatriación es fundamental para garantizar la salud emocional y la efectividad laboral de la persona. Es preciso ajustar las expectativas, anticipar los desafíos, lograr mayor certeza sobre lo que va a suceder con el expatriado a su regreso en la organización, comprender cuáles son los cambios por los que ha atravesado y ayudarle a redescubrir su nueva identidad. Apreciar de manera más clara y tangible todos los aprendizajes que ha incorporado, y armar un plan capitalizarlos en el futuro debe ser parte de la experiencia de expatriación y esencial para completar el ciclo de aprendizaje.
¿Se ha gestionado de alguna manera la repatriación de los expatriados en tu compañía? ¿Cuáles son los desafíos más comunes que han identificado?
Shirley Saenz (ella/she)
CEO - Cross-Cultural, Diversity, Equity and Inclusion Expert
Shirley es la Directora de Iceberg y Expert Panelist de los Global, Diversity, Equity & Inclusion Benchmarks (GDEIB). Cuenta con más de 12 años de experiencia en el mundo corporativo y en 10 países de América Latina. Certificada en liderazgo inclusivo, inteligencia cultural, y benchmarks globales de DEI. Shirley tiene un profundo conocimiento de la diversidad cultural de América Latina y experiencia suficiente facilitando conversaciones estratégicas en DEI con niveles directivos y de liderazgo.