No ver el problema es el principal problema

Siempre que iniciamos conversaciones sobre equidad de género en las organizaciones, escuchamos algo que ya suena a frase de cajón. «Bueno, pero las cosas han cambiado mucho, hoy eso ya no pasa»
Claramente las cosas han cambiado, es innegable. De hecho, nunca han dejado de cambiar. Los roles de género en la sociedad y en el mercado laboral son una construcción social, es cultural, y por lo tanto han estado en constante cambio. No nos olvidemos de eso. ¿por qué? Porque por más que queramos seguir impulsando la equidad de género, a veces las creencias de tipo “eso hoy ya no pasa”, nos generan una barrera. Nos conformamos con el creer que hoy estamos mejor que antes, con que hay cosas que ya no pasan, y a su vez, sentimos cero curiosidad o interés por saber qué es lo que hoy en día sí pasa. Es decir, ¿cuáles son los desafíos actuales hacia la equidad de género y cuáles son los limites que debemos empujar hoy? ¿Cuáles son las conversaciones que tiene sentido tener hoy? Claramente la discusión hoy no es si las mujeres pueden trabajar o si pueden votar. Las discusiones que valen la pena, son otras.
LeanIn.org encontró que ante una situación en la que 1 de cada 10 líderes senior en la compañía es mujer, el 45% de los hombres y el 28% de mujeres, piensan que las mujeres están bien representadas en la organización. Esto quiere decir, nada más y nada menos, que estamos satisfechos con el estatus quo. Tal vez tenemos bajas expectativas respecto a lo que significa la equidad, y estas bajas expectativas son el resultado de generaciones de inequidad, nos hemos acostumbrado.
Con frecuencia solemos escuchar, sobre todo cuando se trata de resaltar los logros, que cada vez hay más mujeres en puestos de liderazgo y en puestos directivos en las organizaciones. No quiero decir que no debamos reconocer y celebrar los logros que alcanzamos a nivel organizacional, pero sí que debemos ser muy cuidadosos con el cómo lo comunicamos. Si las personas creen que las mujeres ya están bien representadas cuando en realidad no, hay menos probabilidades de quieran hacer algo para arreglar el problema, el cual simplemente no se ve. El no tener una representación de mujeres en la organización, que refleje la realidad de las comunidades en las que opera, significa una pérdida para la organización. Está demostrado que las compañías que tienen una mayor representación de mujeres en puestos directivos generan mejores resultados de negocio, y políticas más amigables para los empleados. No obstante, es muy difícil impulsar o acelerar el cambio cuando no tenemos altas expectativas, o al menos claridad de lo que significa la equidad de género.
Esta semana en uno de los espacios que generamos con nuestros clientes para conversar sobre equidad de género, uno de los participantes compartió esta reflexión al final. “He creído que estamos mejor de lo que realmente estamos en cuanto a equidad de género, aún tenemos un gran desafío por delante”
¿Cuáles son los desafíos o retos hacia la equidad de género hoy en tu organización? ¿Cuál es la percepción que tienen tus colaboradores respecto a la equidad de género y que tan desfasada está con la realidad?
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Shirley Saenz (ella/she)
CEO - Cross-Cultural, Diversity, Equity and Inclusion Expert
Shirley es la Directora de Iceberg y Expert Panelist de los Global, Diversity, Equity & Inclusion Benchmarks (GDEIB). Cuenta con más de 12 años de experiencia en el mundo corporativo y en 10 países de América Latina. Certificada en liderazgo inclusivo, inteligencia cultural, y benchmarks globales de DEI. Shirley tiene un profundo conocimiento de la diversidad cultural de América Latina y experiencia suficiente facilitando conversaciones estratégicas en DEI con niveles directivos y de liderazgo.